Las várices no solo son un problema estético -como muchas veces se plantea-, sino que causan mucho dolor e incomodidad en las piernas. Las várices son algo bastante común entre la población adulta, especialmente entre las mujeres y las personas que trabajan de pie o sentadas. En ocasiones, en muy útil realizar masajes para evitar las várices, solo hay que saber hacerlo de la forma correcta.
En todos los masajes, el sentido debe ser hacia el corazón, nunca hacia los pies. Se utiliza una suave presión de la palma completa sobre la várice, evitando la presión digital, la friccińo transversal de la fibra y los movimientos de percusión. Si queremos, podemos elevar los pies 45 grados para facilitar la circulación, o en posición de decúbito lateral.
También es esencial utilizar lubricantes o aceites para evitar las fricciones. En general se utiliza una proporción 50/50 de aceite de oliva caliente y tintura de mirra, o en algunos casos no muy avanzados, aceite de cacahuete.
Si vemos la piel rota, úlceras o flebitis debemos evitar el masaje. Sin embargo, si tenemos úlceras podemos hacer un masaje en el resto de la pierna, pero no en la zona.
El masaje de tejido conectivo se usa especialmente para aumentar la circulación periférica y acelerar la cicatrización. Es muy seguro ya que no se masajea la zona de la várice, sino en los márgenes inferiores de la gran dorsal, pelvis, sacro, trocánter mayor y tracto iliotibial.
En un sofá o una cama, nos colocamos de forma cómoda con las piernas un poco elevadas. Debemos hacer masajes alrededor de la vena, y nunca en ella, especialmente si vemos un poco de hinchazón. El masaje debe ser suave, y comenzar en los tobillos hasta llegar a los muslos -nunca a la inversa-. Con cinco minutos en cada pierna bastará.
No debemos realizar masajes si tenemos fiebre, ya que el aumento de la circulación puede ir en contra del sistema inmune. Si se tiene la presión alta, si la zona está inflamada o si tiene una hernia. Tampoco si la persona a quien se hace el masaje padece osteoporosis, cáncer, problemas en la piel o huesos rotos.
Junto con los masajes para evitar las várices, también podemos utilizar medias de compresión, dormir con los pies un poco elevados, y ser personas activas y dispuestas a moverse. De esta forma, evitaremos complicaciones mayores en nuestras piernas, para que puedan verse bonitas y saludables. ¿Tienes várices? ¿Cómo las evitas?
Publicado por: Lucia Vazquez - Mayo 7, 2013
Masajes para venas varicosas
Masajes como el drenaje linfático o el masaje circulatorio son especialmente útiles, ya que se encargan de mejorar la circulación y la nutrición de los tejidos. En el caso del masaje circulatorio, necesitamos trazos cortos para mover la sangre primero, y luego otros más largos para aumentar el flujo de sangre por las venas. Por su parte, el drenaje linfático necesita masajes muy superficiales, que se dedican a mover la linfa de la zona subdérmica.En todos los masajes, el sentido debe ser hacia el corazón, nunca hacia los pies. Se utiliza una suave presión de la palma completa sobre la várice, evitando la presión digital, la friccińo transversal de la fibra y los movimientos de percusión. Si queremos, podemos elevar los pies 45 grados para facilitar la circulación, o en posición de decúbito lateral.
También es esencial utilizar lubricantes o aceites para evitar las fricciones. En general se utiliza una proporción 50/50 de aceite de oliva caliente y tintura de mirra, o en algunos casos no muy avanzados, aceite de cacahuete.
Si vemos la piel rota, úlceras o flebitis debemos evitar el masaje. Sin embargo, si tenemos úlceras podemos hacer un masaje en el resto de la pierna, pero no en la zona.
El masaje de tejido conectivo se usa especialmente para aumentar la circulación periférica y acelerar la cicatrización. Es muy seguro ya que no se masajea la zona de la várice, sino en los márgenes inferiores de la gran dorsal, pelvis, sacro, trocánter mayor y tracto iliotibial.
Masajes para las arañitas vasculares
Las arañitas vasculares no son los mismo que las várices, sino que son el paso previo, y en ocasiones no tienen por qué desarrollarse várices luego. Sin embargo, también podemos hacernos masajes para que mejore esta situación.En un sofá o una cama, nos colocamos de forma cómoda con las piernas un poco elevadas. Debemos hacer masajes alrededor de la vena, y nunca en ella, especialmente si vemos un poco de hinchazón. El masaje debe ser suave, y comenzar en los tobillos hasta llegar a los muslos -nunca a la inversa-. Con cinco minutos en cada pierna bastará.
Cuándo no hacer un masaje
Hay algunas ocasiones en que es mejor no hacer ningún masaje, ya que puede empeorar la situación. Esto se aplica como regla general para todos los masajes, no solo para los masajes para evitar las várices.No debemos realizar masajes si tenemos fiebre, ya que el aumento de la circulación puede ir en contra del sistema inmune. Si se tiene la presión alta, si la zona está inflamada o si tiene una hernia. Tampoco si la persona a quien se hace el masaje padece osteoporosis, cáncer, problemas en la piel o huesos rotos.
Junto con los masajes para evitar las várices, también podemos utilizar medias de compresión, dormir con los pies un poco elevados, y ser personas activas y dispuestas a moverse. De esta forma, evitaremos complicaciones mayores en nuestras piernas, para que puedan verse bonitas y saludables. ¿Tienes várices? ¿Cómo las evitas?
Publicado por: Lucia Vazquez - Mayo 7, 2013
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